La TCMD triplica el riesgo de cáncer en niños
- El escáner de cabeza aumenta el riesgo de leucemias y tumores cerebrales
- El riesgo es pequeño, pero conviene reducir la prueba a los casos justificados
- Una tomografía emite entre 10 y 1.000 veces más radiación que una radiografía
Veinte años de trabajo, más de 178.000 niños y la estrecha
colaboración entre Reino Unido y EEUU. Sólo así ha sido posible despejar
una duda que aún rondaba alrededor de los escáneres. La mayor
investigación hasta la fecha con tomografía axial computarizada (TAC)
concluye que las radiaciones que emite esta prueba de imagen están
asociadas a mayor riesgo de leucemia y tumores cerebrales entre los más
pequeños.
Hace 10 años que se sugirió por primera vez que el uso del TAC en
pediatría podía estar asociado a un aumento del riesgo de cáncer. Sin
embargo, muchos siguieron aún dudando porque aquellos resultados estaban
basados en estimaciones a partir de los supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki (en Japón).
Para despejar aquellas dudas, los institutos nacionales de salud del
Reino Unido y EEUU (NHS Y NIH, respectivamente) se han unido en un
ambicioso proyecto que ahora publica la revista 'The Lancet'
y que concluye que las radiaciones ionizantes que emite esta prueba de
imagen sí aumentan el riesgo de estos cánceres en los niños.
Niños más radiosensibles
Conviene recordar que un TAC emite entre 10 y 1.000 veces más
radiación que una radiografía tradicional (según la parte del cuerpo
radiada); algo especialmente peligroso en el caso de los niños, cuyo organismo es más radiosensible que el de un adulto. En el estudio se analizaron exclusivamente TAC cerebrales, que son los que emiten más radiación al cerebro y a la médula ósea.
Para sus conclusiones, el equipo dirigido por Amy Berrington de
González analizó a 178.000 niños tratados en el departamento de
radiología del 70% de los hospitales británicos entre 1985 y 2002. Y sus
conclusiones señalan que hacerse dos o tres TAC en la cabeza antes de
los 15 años multiplica por tres el riesgo de desarrollar un tumor
cerebral. En cuanto a la leucemia, ese triple riesgo se 'alcanzó' con
entre cinco y 10 TAC acumulados. Hay que tener en cuenta que la dosis de radiación que absorbe el organismo depende del órgano del cuerpo que la reciba.
En otras palabras, por cada 10.000 personas sometidas a un TAC (10
mSv) antes de los 20 años habría un caso adicional de leucemia; y un
tumor cerebral por cada 30.000 pruebas de imagen. "El riesgo de
desarrollar uno de estos tumores en la población general es pequeño",
señala a ELMUNDO.es Carles Muñoz, director de Física Médica y Protección
Radiológica del Instituto Catalán de Oncología, "pero el triple de
riesgo es algo significativo y a tener en cuenta".
Berrington de González reconoce la importancia del TAC como
herramienta diagnóstica, más aún en los últimos años en los que la
tecnología arroja dosis de radiación muy reducidas. Aún así, concluye
que este trabajo debería ser suficiente para recordar a los médicos que
limiten el uso de escáneres en niños a los casos estrictamente
necesarios y sólo después de valorar sus beneficios.
"A menudo se sobreutiliza el TAC, por ejemplo, en las fracturas de
cabeza, cuando sería suficiente con una placa", señala el doctor Muñoz
desde Girona.
En este sentido, Andrew Einstein, de la Universidad de Columbia en
Nueva York (EEUU), recuerda que entre el 20% y el 50% de estos TAC se
realizan sin plena justificación ("porque existe otra prueba alternativa
o no sería necesario hacerlo en absoluto"). Por lo que coincide con su
colega en que se valore cada caso particular antes de meter al niño al escáner
("características del paciente, pruebas alternativas, información sobre
otros TAC previos..."). En este sentido, el doctor Muñoz, aclara que el
abuso del TAC no es sólo responsabilidad de los pediatras, sino que
muchas veces son los propios padres quienes "presionan" para que se use
esta prueba, "muchos de ellos por desconocimiento de los efectos que
puede tener en el organismo".
¿Cuánta radiación emite un TcMD?
A lo largo del año, una persona está expuesta a 2-3 miliSieverts de
radiación de origen natural (principalmente del sol y de un gas
ambiental, el radón). Un viaje de cinco horas, según la Sociedad
Americana del Cáncer, puede aumentar nuestra exposición a radiaciones
ambientales en unos 0,03 mSv; mientras que un fumador de un paquete
diario suma a eso 53 mSv al año.
En el caso de las pruebas médicas, una radiografía emite alrededor de
0,1 mSv; mientras que una mamografía sería el equivalente a unas siete
semanas de 'radiación natural': 0,4 mSv. En cambio, las dosis que emiten
los escáneres son algo más elevadas: 15 mSv para un TAC del abdomen,
por ejemplo.
El doctor Muñoz, del ICO, recuerda que España tiene una legislación
muy esticta en el campo de la radiomedicina. De manera que no sólo
obliga a los hospitales a disponer de un programa de garantía de calidad
para justificar el uso de cada prueba, sino que todo el personal que
trabaja con radiaciones en los hospitales dispone de una formación
específica.
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