Resonancias magnéticas para pacientes XXXL
David Washington se ha topado con un obstáculo que le impide
recibir el tratamiento médico que necesita para volver a trabajar: no encuentra
una máquina de resonancia magnética (MRI por sus siglas en inglés) lo
suficientemente grande como para acomodar sus 286 kilos de peso.
El mecánico de 57 años se lastimó la espalda el año pasado
pero dice que los cirujanos no lo pueden operar sin una resonancia para evaluar
su lesión.
"Llevo un año buscando un MRI", relata, una saga
que incluye numerosas llamadas frustradas a fabricantes de equipos de toma de
imágenes, como Siemens AG y General Electric Co., y un viaje en balde de dos
horas a una clínica ya que, una vez ahí, descubrió que era demasiado grande
para la máquina.
Los fabricantes de equipos de resonancia magnética ven el
problema de Washington como una nueva oportunidad de negocio, así como un
desafío de ingeniería.
Conforme el porcentaje de estadounidenses obesos sigue creciendo,
los hospitales necesitan máquinas más grandes y potentes que puedan acomodar a
pacientes más voluminosos y penetrar en masas más grandes de tejido.
Los escáneres de mayor tamaño forman parte de una nueva
tendencia en el sector de equipos médicos, que incluye agujas más largas y
camas más resistentes para cubrir las necesidades de los pacientes obesos.
"Estados Unidos es nuestro mayor mercado, así que cada
producto que fabricamos tiene en cuenta al paciente estadounidense obeso",
dijo Bernd Montag, presidente de la división de resonancia magnética de Siemens
AG, que hace tomografía computarizada, o CT, para servir a los pacientes que
pesan más de 270 kilos, aunque sus máquinas de MRI siguen siendo más pequeñas.
"Se ha convertido más o menos en un requisito de diseño", agrega.
General Electric, el gigante holandés Philips Electronics
N.V. y otras compañías también han introducido en los últimos años máquinas más
grandes para el escaneado de CT, resonancias magnéticas y otros equipos.
Actualmente, 28% de los estadounidenses son obesos, un alza
frente a menos de 20% hace 15 años, según los Centros de Control y Prevención
de Enfermedades. En ese lapso, el diámetro de los escáneres de CT ha aumentado
desde un estándar de 60 centímetros a aperturas de 80 centímetros o más.
Las empresas han experimentado con diferentes diseños,
incluyendo máquinas que permiten que los pacientes permanezcan de pie en vez de
acostados y escáneres para partes específicas del cuerpo. Sin embargo, los
radiólogos aseguran que esas configuraciones también tienen sus limitaciones.
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Planta de producción de máquinas de resonancia magnética de General Electric en Beijing, China. |
A pesar de que los equipos médicos se están adaptando a los
nuevos tamaños de los pacientes, los médicos dicen que sacar resonancias
magnéticas de personas obesas sigue siendo complicado.
Los escáneres disponibles funcionan con casi todo tipo de
pacientes, pero los equipos de rayos X y otras señales de toma de imágenes
siguen pasando apuros para penetrar las capas de grasa y producir imágenes de
calidad suficiente para el diagnóstico con las dosis habituales.
El problema es que el tejido absorbe y desvía las ondas de
rayos X y las personas con sobrepeso tienen más, explica Georges Xu, director
del programa de ingeniería nuclear del Instituto Politécnico Rensselaer, en el
estado de Nueva York.
Este problema está haciendo que las compañías desarrollen
software que produzca imágenes más nítidas con la dosis mínima de radiación y
máquinas más potentes que puedan propagar rayos X por cuerpos más anchos y a
distancias más grandes.
"La mejor solución a este problema es asegurarse de que
nadie se haga obeso", dijo Raul Uppot, un radiólogo en el Hospital General
de Massachusetts. "Pero como estadounidenses, constantemente encontramos
problemas y en vez de adoptar la mejor solución, lo que hacemos es construir
una máquina más grande", añadió.